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El presidente de la Generalitat llamó a La Moncloa pero el Gobierno no quiere atenderle hasta que rechace los disturbios y apoye a las fuerzas de seguridad

La tensión política entre el Gobierno y la Generalitat crece en una semana dominada por los disturbios en Cataluña. El president Quim Torra ha intentado este sábado hablar con el presidente del Ejecutivo central en funciones, Pedro Sánchez, pero no ha recibido respuesta. Torra, que durante toda la semana ha evitado condenar de forma clara la violencia en las calles catalanas y la ha atribuido a “infiltrados”, quería contactar con Pedro Sánchez para pedirle una reunión en la que se hablara de autodeterminación tras las manifestaciones masivas del viernes. Pero el presidente del Gobierno no ha querido hablar con él. La Moncloa ha explicado que antes de hacerlo, Torra “debe condenar rotundamente la violencia, cuestión que no ha hecho hasta el momento, así como reconocer el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los Mossos, y solidarizarse con los policías heridos”. Precisamente este sábado, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplazado a Barcelona y ha acudido a los hospitales para interesarse por el estado de los agentes ingresados.

Este rechazo de Pedro Sánchez a atender al presidente catalán llega después de una semana de gran tensión entre ambos, en la que el presidente acusó a Torra desde Bruselas de “banalizar la violencia”. El Ejecutivo cree que la actitud del presidente de la Generalitat, completamente diferente, en su opinión, a la de los dirigentes de ERC, que sí han condenado la violencia y han dejado claro que no creen que esta provenga de infiltrados, está complicando la solución al problema. En plena precampaña electoral, el Gobierno de Sánchez ha recrudecido los ataques políticos contra el independentismo, asegurando que su proyecto ha fracasado y que la sentencia del procés, que el Ejecutivo respalda, es una prueba de ese fracaso.

Pedro Sánchez sigue defendiendo que está a favor del diálogo, pero no para hablar de un referéndum de autodeterminación, como pide Torra. “El Gobierno de España siempre ha estado a favor de dialogar dentro de la ley. Primero ley y luego diálogo”; señala La Moncloa en un comunicado. “Para que el diálogo sea efectivo, tal y como le ha dicho el líder del PSC, Miquel Iceta, el señor Torra debería reconocer a la otra parte de catalanes, que no son independentistas, y que le están reclamando reconstruir la convivencia dañada por el independentismo. Convivencia, últimamente, aún más dañada por el independentismo violento. Finalmente, el Gobierno de España reitera que el problema de Cataluña no es la independencia, que no se producirá, porque no es legal, ni la quiere la mayoría de catalanes, sino la convivencia. Su propuesta de referéndum no la quiere ni la mayoría de catalanes ni, al parecer, la mayoría de su propio Govern. Lo primero para restaurarla [la convivencia] es condenar la violencia, algo que no ha hecho el señor Torra”, remata el texto.

Este último mensaje, que alude a la división dentro del propio Gobierno catalán, muestra lo que el Ejecutivo señala en privado: que cree que el independentismo está definitivamente roto, y la prueba es que ERC ha dicho públicamente que no seguirá a Torra en su plan de buscar un nuevo referéndum de autodeterminación. El Ejecutivo y el PSOE han cambiado su discurso sobre el independentismo desde febrero, cuando intentaron negociar una mesa de partidos con un relator, después de la cumbre de Pedralbes. Ahora, su principal estrategia pasa por lograr una mayoría en las elecciones del 10 de noviembre que no dependa de los secesionistas, ni siquiera de ERC, aunque vean sus posiciones más pragmáticas. Sin embargo, en la oposición le exigen más dureza y una ruptura definitiva con el independentismo también en algunas instituciones catalanas como la Diputación de Barcelona.

Horas después de conocer la negativa de Sánchez, Torra le remitió una carta en tono airado en la que le reprocha al presidente del Gobierno en funciones que haya respondido por un mensaje de whatsapp a los periodistas a la petición de reunión que le había realizado por la mañana el mandatario catalán. En vísperas electorales, el independentismo sigue explotando el discurso de que al otro lado del Ebro no hay nadie para negociar ni afrontar la situación política catalana, mientras los socialista son muy cautos en su respuesta para no dar la razón a los que le acusan de debilidad con el secesionismo.

Torra califica de “manera impropia de responder por un presidente de Gobierno”, la utilizada por Sánchez y luego le censura su actitud. “Usted no me ha de dar lecciones a mí de condenar y luchar contra toda la violencia porque yo, al igual que el movimiento independentista durante todos estos años ha luchado siempre y condenado siempre todas las violencias. Todas”, dice Torra textualmente en la carta.

En esa línea de reproches, Torra dice también que “constata públicamente” que Sánchez se niega a hablar con el representante de los catalanes y a establecer cualquier diálogo y le esgrime de nuevo un argumento muy empleado por el independentismo: que el Gobierno de España “no tiene ningún relato político ni ninguna propuesta para Cataluña”.

El presidente catalán vuelve a emplear la sentencia del Tribunal Supremo como base de su argumentario para asegurar que, en ese contexto, es una “irresponsabilidad absoluta” que Sánchez se niegue a hablar con él, porque “la comunidad internacional no lo entenderá de ninguna manera”.

La carta de Torra  reitera su voluntad a hablar “del derecho legítimo de Cataluña a ejercer el derecho de autodeterminación” y pide a Sánchez que “no busque excusas donde no hay”.

 

Sorgente: Disturbios en Barcelona: Sánchez rechaza hablar con Torra y le exige que condene la violencia | España | EL PAÍS

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