Los partidos secesionistas aspiran a obtener la mayoría absoluta en diputados, un resultado que sería inédito en unas elecciones generales

El PSC pugna con ERC por ocupar el primer puesto y una vez más los socialistas catalanes pueden hacer una aportación decisiva al resultado del PSOE

Sánchez y Casado han aprovechado incluso la jornada de reflexión para situar de nuevo Catalunya en el foco de las elecciones de este domingo

MINUTO POLÍTICO | Elecciones generales 10N, en directo

Un independentismo dividido y desnortado aspira a obtener una victoria inédita en unas elecciones generales. ERC, JxCat y la CUP confían en hacerse con la mitad de los 48 escaños que están en juego este domingo en Catalunya. De ser así podría obtener más diputados pero no una mayoría absoluta en votos. Ese puede ser el consuelo para el resto de formaciones, que, a excepción de Podemos, han endurecido el discurso contra el secesionismo.

Los socialistas prepararon estos comicios con el convencimiento de que podían ser primera fuerza en Catalunya y relegar a ERC al segundo puesto. Pero hoy no está nada claro que lo consigan y tanto republicanos como socialistas pronostican que les separarán muy pocos escaños y votos. El PSC fue de los que más presionaron antes del verano a Pedro Sánchez para evitar una repetición electoral porque temía que la sentencia del procés reforzaría el bloque independentista.

Tanto si logra recuperar la plaza que perdió hace una década como si queda segundo, el socialismo catalán será de nuevo determinante en el resultado final que obtenga Sánchez. Algunos de los mensajes del presidente en funciones, en especial el “error” de arrogarse el control de la Fiscalía para conseguir la extradición de Carles Puigdemont, fueron utilizados por sus adversarios y está por ver si han afectado a sus expectativas de voto. Los más beneficiados podrían ser los ‘comuns’, que han llegado al 10N mucho más optimistas de lo que estaban hace una semana.

Todos los partidos dan por hecho que Sánchez obtendrá un buen resultado en Catalunya porque así se apunta desde hace semanas. Los propios socialistas pronosticaban hace unos días que los disturbios que se vivieron en el centro de Barcelona antes del inicio oficial de la campaña no tendrán incidencia en la intención de voto de los catalanes. Pero la puede haber tenido y mucho en el resto de España.

Promesas controvertidas

En los pocos debates, en todos los mítines y en las entrevistas se ha hablado de Catalunya. Pablo Casado ha reclamado que se aplique la ley de Seguridad Nacional, Albert Rivera que se suspenda el autogobierno (contradiciendo la doctrina que ya ha establecido el Tribunal Constitucional) y Santiago Abascal reclama directamente y sin fundamento judicial que lo sustente la ilegalización de los partidos independentistas. Propuestas que cosechan apoyos fuera de Catalunya y asustan dentro, como se ha comprobado en encuestas y en editoriales de prensa catalana no alineada con el independentismo.

Catalunya, Catalunya y Catalunya. Antes y después de la campaña. Incluso en plena jornada de reflexión, cuando La Moncloa ha difundido unas imágenes de Sánchez presidiendo el comité de seguimiento de la situación en Catalunya. A esa hora no pasaba nada y en las siguientes lo que ha habido han sido concentraciones autorizadas por la Junta Electoral en decenas de plazas. Pablo Casado tampoco ha descansado. Este sábado se ha desplazado a la capital catalana y también ha publicado una imagen en la que aparecía junto a la dirección autonómica de su partido. Todo ello sin que en las calles hubiese ningún disturbio. En Barcelona, se ha celebrado durante toda la tarde un concierto organizado por Tsunami Democràtic sin que se produjese ningún incidente. Esta organización ha pedido que este domingo se permita votar con normalidad pero ya ha anunciado que el lunes vuelven las movilizaciones.

Uno de los interrogantes que se despejará este domingo es si la CUP obtiene representación en el Congreso. Es la primera vez que concurre a unas generales y tanto si lo consigue como si no son votos que dejarán de ir a ERC y Junts per Catalunya. Los partidos independentistas han hecho poco por disimular sus diferencias durante esta campaña. No ha habido una estrategia conjunta para responder a la sentencia y nadie sabe cuánto durará el Govern de Torra, pero el rechazo al fallo del Supremo ha actuado como acicate para el electorado secesionista.

No ha habido un discurso unitario antes de este domingo ni parece que vaya a haberlo después. ERC, pese a que en esta campaña se ha empleado a fondo en las críticas al PSOE y ha reiterado que en política nada es gratis, está más dispuesta a explorar un nuevo acercamiento a Sánchez si este logra ser otra vez el candidato a una nueva investidura. En cambio, JxCat y la CUP han dejado claro que su objetivo es poner al presidente contra las cuerdas. Sea quien sea quien logre llegar a La Moncloa.

Sorgente: Reválida para el independentismo en una Catalunya que puede salvar a Sánchez

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